sábado, noviembre 18, 2023

Una inmensa deuda de gratitud

(Para mi maestro)

"Ahora que se ha ido mi maestro que es como el  sol, mi referencia en la vida ha quedado envuelta en  la oscuridad. Pero ahora, mi referencia debe ser mi propio desarrollo."
Diario juvenil, Daisaku Ikeda


Hoy este dolor me hace llorar en pleno subte, y me han tenido que recordar sus palabras.

Muchos que no conocen la relación de maestro y discípulo, no entenderán porque llorar 

a alguien con quien ni siquiera hablaste una vez en la vida.

Pero eso no es correcto, sensei me ha hablado en más de una vez. 

En cada aliento, en cada orientación, cada palabra suya que me llegó al corazón.

La relación entre el maestro y el  discípulo es tan personal como particular. 

Y la relación kármica que existe entre budas trasciende las fronteras de esta limitada existencia.

Mientras el mortal común llora esta partida, el  buda se inclina en reverencia y agradecimiento por todo el esfuerzo. 

No voy a pensar en un mundo sin sensei, eso no lo veo con ninguna lógica. 

Sus acciones labradas, más indelebles que la tinta sumi, permanecen.

El maestro permanece en sus discípulos, en el corazón vibrante de decisión de cada uno.

Aquellos que han sido tocados por esas palabras sabias de aliento, aquellos que se saben bodhisattvas de la tierra.

El Daishonin está en este momento recibiendo al maestro que ha expandido el budismo por el mundo entero. 

Y debe estar diciendo "¿Puede haber alegría mayor?"

¿Existe coincidencia o es providencia, que hoy es el aniversario de la fundación de la Soka Gakkai?

La organización que tiene casi tantos años como sensei y por la que dio su vida entera. 

Solo se puede agradecer inmensamente, por el esfuerzo realizado para que todos seamos felices.

Gracias, gracias, gracias; solo esa simple palabra queda por decir.

Sin él, hoy no estaría vivo. Y hoy, determino ser todo lo que esperaba de mi como discípulo. 

Convertirme en mejor persona, esforzarme más y ser feliz.

Una tristeza loca me embarga en este momento, la que me hace llorar y sonreír al unisono. 

Y también una decisión que me recuerda otra anotación de su diario juvenil: "No seré vencido".

jueves, agosto 17, 2023

Dedicatoria vertical

Gaviotas marinas se alejan de estas costas

Abrazando mi escaso espíritu, destrozado

Bulle una frustración, una desilusión

Recuerdos de pasos no dados

Impensados dialogos que debieron ser

El violín que ya no suena, sus notas callaron

La niña enojada que ya no me habla

Amando una sombra, o el recuerdo de ella


Mejor sería quedarse quieto y no seguir

Acallar los sentidos y las percepciones

Xutponiendo lo que fue con lo que se cree es

Invirtiendo los roles como mirando a un espejo

Muerte y destrucción, llevense este corazón

Imposible sirva para algo más, insensato

No puede dejar de amar, lo que fue y aun es

Amar como si aun fuera esperado y deseado



Diego Freire

sábado, agosto 20, 2022

La maravilla de mujer.

 

En el mundo hay asombrosos fenómenos que te dejan con la boca abierta. 

Me hace muy feliz verte lo puro y bueno en esta existencia, como un coloso rodano.

Observo como te conmueve un paisaje cambiante y líquido,  territorio de Poseidón.

Pasear por los jardines de la frescura, que no cuelgan, y aun así son el más hermoso decorado. 

Tu cosmovisión de belleza, busca en el mundo lo mismo que anida en tu corazón. 

El mismo que es un faro que me orienta, cuando me veo azotado por las mareas del medio ambiente.

Sos la diosa de la caza cuyo templo es el universo y cuya presa es la bondad.

Aunque no soy un dios supremo sentado en su trono de Olimpia, me ensancha tanto el pecho como la mente.

Quiero descansar pero no como Mausolo en su reposo final, sino atesorado por tus brazos de maravilla femenina que descubrí. 

Maravilla de mujer no le tiene nada que envidiar a las pirámides de los tres reyes enterrados, porque tu amor es vida. Para darla y disfrutarla juntos.

lunes, febrero 14, 2022

La sociedad cobarde

(Para S. y para M.)


Escribo en tinta diluida porque no me atrevo a dejar marcas fuertes.

Me presento, soy la sociedad cobarde y he llegado para quedarme.

Me gusta mucho pero no lo digo, ni pienso siquiera hacerlo.


Quiero triunfar pero me cuesta mucho hacer el esfuerzo.

Me quejo de lo que está mal, aunque no hago gran cosa para cambiarlo.

Hablo mucho de soltar y dejar atrás, la excusa perfecta para escapar,

Y jamás de jugármela y aceptarlos tal como son.


Deseo y amo, pero sin demasiada efusividad.

No sea que me acusen de ser sentimental.

Grito de placer, a escondidas eso sí, 

que horrendo sería que me señalen.


No tengo propósito ni norte, nada adonde anhele llegar.

No entiendo la décima parte de nada, y opino sobre todo.

No vale quedarse callado.

Vivo siempre sin dinero, porque hay demasiadas cosas

Que no necesito pero que debo comprar.

No puedo permitirme ser feliz.


Tengo excusas y mentiras en la punta de la lengua, 

Listas para lanzarse como de un trampolín, 

para ser lo primero que salga de mi boca.

Tengo hijos de los que cuando no me hago cargo, 

Directamente me borro.


Presupongo absolutamente todo y no pregunto aunque me maten,

No está bien visto ser curioso.

Llamo histérica a la mujer que no me molesto en comprender.

Califico de machirulo al hombre que no le dejo disentir.

Tengo etiquetas y categorías de sobra para dividir y atomizar a todos. 

Tengo sueños por las noches, o fantaseo en el día, 

pero no me atrevo a convertirlos en realidad.

Eso sería un crimen nacional y capital.


Hago lo mínimo para que no digan nada,

Pero no tan poco como si fuera flojo.

Muy buenas, me presento, soy la sociedad cobarde.

He venido para quedarme.

domingo, enero 30, 2022

2023: Zeit, la última variante

 

Fue por mediados de ese año, cuando surgió la que fue la última variante y versión del virus del COVID 19. Aunque claro, nadie lo sabía en ese momento y las maldiciones se escucharon hasta en Uganda, país que fue poco afectado por esta de hecho. Ya todo el mundo estaba cansado de enterarse sobre Delta, Omicrón, Fluorona, Manaos, Iglú, Malasia y la que en ese año se llamó “Zeit”.

Malasia, así como Iglú fueron dos variantes simultáneas y focalizadas en un amplio sector geográfico del globo, a fines del año anterior. En muchos países ni se dieron por enterados que estas dos versiones virales existían, en especial si apagaban la televisión y el teléfono celular. Los síntomas con estas dos no variaron mucho de lo ya conocido, pero si un poco en la forma de tratarlos.

Zeit fue el gran problema, especialmente por su rápida proliferación, ganándole a Julio Verne y dando la vuelta al mundo en menos de 80 días. La variante Zeit, fue la desagradable sorpresa. Esta variación del virus fue más letal, con gran rapidez destrozaba las defensas corporales y en dos o tres días, el infectado fallecía sin más chance. Solo uno de cada 5 casos resistía. Esto era vigente tanto para los que se encontraban en los grupos de riesgo como para los que no. No se incluía ya a los de avanzada edad o con alguna enfermedad preexistente, pensados como “grupos vulnerables”. Cualquier persona se veía afectada fatalmente por Zeit. Numerosos fueron los casos de gente mayor o con problemas pulmonares que no se vieron infectados. Esto desconcertaba a todos los científicos, hasta que distintos médicos e investigadores de diversos lugares del planeta, notaron un patrón. Lo único que diferenciaba a estos supuestos “vulnerables” de los que realmente lo fueron ante Zeit, es que estaban vacunados. Siendo gerontes o con afecciones neumonológicas, podían ni enterarse de que existía esa variante, como si les pasara por al lado y estas personas fueran invisibles. Solo se requería que te hubieran pinchado. Finalmente, se había conseguido que la cantidad de vacunas administradas, fueran un escudo ante el virus y no solo una ayuda para llevar adelante los síntomas. Que era lo que venía sucediendo hasta ese momento durante la pandemia. Gente más joven fue mucho más propensa a enfermar, llegando incluso a perder la vida. Y solo se confirmó la razón, al notar que los fallecidos no tenían ni una dosis o apenas una aplicada recientemente, ni bien se tuvieron noticias de Zeit. Esta variante fue implacable con los no vacunados, pero pareció no existir para aquellos que tenían tres o más dosis, o incluso con solo dos, no aparentaba ser más terrible que un resfrío. Zeit tuvo como síntomas principales: dolor de cabeza, fiebre aunque no en todos los casos analizados, debilidad en las piernas, diarrea, vómitos en algunos casos examinados, dolor de garganta y sequedad, acidez estomacal y en cuantiosas ocasiones, un sarpullido en la zona lumbar. Ni bien surgieron los primeros infectados por Zeit, la evaluación estadística dejó claro desde un primer momento que fulminaba a quien no estaba inoculado. Esto puso una lupa sobre los casos de falsificaciones de certificados de vacunación. Aún puede recordarse el meme que decía: “Te vacunaste o truchaste el pase sanitario? Quien sabe? Zeit lo sabe.” Esto generó que muchos debieran confesar la verdad, al caer enfermos. Admitiendo que nunca se habían vacunado ni contra la gripe común. Los entonces movimientos libertarios que pulularon durante toda esa época, vieron cortadas sus libertades tan ponderadas, en forma rotunda. Esta vez no había persona o institución a quien nombrar culpable de esta “infectadura”, la muerte misma era quien discriminaba unos de otros, tal como ha hecho la naturaleza por millones de años.  Hubo muchos que se repensaron su posición ideológica ante estas drogas preventivas. Era eso o no la contaban. Para muchos fue tarde, vacunarse con el contagio encima fue inocuo y a destiempo. Zeit que significa “tiempo” en alemán, no lo daba sino te habías precavido de antemano. Como cepa fue la más fulminante y terrible, pero todo vacunado la vio como algo lejano. Tres o más dosis, era como tener un traje completo de buceo, de esos antiguos de acero, yendo bajo una lluvia torrencial. Nada entraba ante esa protección.

Los certificados falsos de vacunación ya no fueron un negocio tan rentable como el año anterior. Zeit parecía tener conciencia y hasta seleccionar según preferencias humanas, pero se explicó ese extraño proceder en un virus, confirmando quien había sido inyectado y quien no. Pese a esto, la teoría conspiranoide no se hizo esperar. 

Los evangelistas lo tomaron como un castigo divino, porque parecía tener algo personal contra ellos. Esto fue rápidamente comprendido cuando se descubrió que la clave era estar o no vacunado. No así fue con otras religiones, como el caso de los testigos de Jehová. Estos últimos, conocidos por no querer transfundirse o extraerse el apéndice, se vacunaron en su gran mayoría desde el inicio. Cada practicante de esta fe era libre de vacunarse o no, la congregación no interfería ni influía en el libre albedrío, quedaba en la íntima conciencia de cada practicante. Afortunadamente lo hicieron en su mayoría, o no podrían haber seguido siendo testigos ni de un accidente de tránsito. No fue así con otras religiones. Se conoció el caso de un pastor que aconsejaba a sus feligreses no dejarse vacunar, ya que eso era “la marca de la bestia”, como si fuera un disco de death metal. Apenas la población de esta feligresía se vio diezmada por Zeit hubo un éxodo de estos creyentes a los vacunatorios. Para el 2023, no hace falta explicar que grupo lo vio todo como una bendición y cual fue el que lo pensó como un castigo del Señor.

Esto que muchos conideran lo más trágico del 23, otros lo evalúan como el resultado de esa libertad mal entendida. Tragedia se le llama al Tsunami en Japón ocurrido en septiembre de ese año. O al terremoto en México de unos meses antes. Lo otro es una mala evaluación de la realidad, sumado a una obediencia ciega sin cuestionamientos. En una época como esta, quedó claro que el correcto criterio no era el resultado de tener facilidades para el acceso a la información y a los medios de comunicación. Estos debían ser usados para fines productivos, no solo para ver videos de teorías conspirativas. Es quizás como Aldous Huxley postuló, la sobrecarga de datos circulando harán a la gente sorda y ciega por propia voluntad o distracción.Los siguientes años fueron el ocaso de estos movimientos anti vacunas o mal llamados “libertarios”. Zeit dejó claro que vacunarse te salvaba y no hacerlo… bueno, mejor que empezaran a tomar clases de arpa. Si alguno no cayó fulminado por Zeit, que otros muchos vieron como un equivalente moderno a las plagas de Egipto o a un rayo divino ajusticiador; confirmaron que la obediencia ciega mata. Nadie creyó en esas ideas por mucho más tiempo. Las pruebas en el campo, tanto de la vida como en el ámbito científico, fueron irrefutables. Tal vez en el futuro, se conozca más sobre este virus y se comprendan cosas que hoy no es posible. O se descubran aspectos errados en postulados que existían sobre el tratamiento o características de esta enfermedad. A eso se lo denomina ciencia. Pero en el mientras tanto, hay mucha gente que puede decir que sigue viva. Y eso, cancela todos los argumentos en contra.


sábado, diciembre 18, 2021

We Cant be heroes

 (Dedicado a las princesas que creen en los cuentos de hadas)


Si sos Bonnie Tyler y necesitás un héroe

Volvete y desaparece con el eclipse,

yo ya no interpreto ese drama.


Ya no deseo ser el que se rompe la camisa

para mostrar un disfraz de Beppo debajo.

No vengo al mundo a salvar a esa golpeada 

por el novio y la vida.


Quiero escapar de las historias trágicas,

gestadas por gente rota, que dan como resultado

personas aun más destruidas si se puede.


Se murió el caballero de brillante armadura 

que desea salvar a la princesa de Disney.

Si me voy a romper la camisa es porque también 

te voy a sacar la tuya.


Y si voy a ser un personaje de cuentos de hadas, 

quiero ser el lobo, que se comió a Caperucita.


Diego Freire.

miércoles, noviembre 03, 2021

Una larga lista de Víctimas

(Dedicado a las princesas Disney)


Una vez fue la maltratada por el padrastro.

Otra fe "casi" abusada por su ex.

Hubo otra que su anterior novio la golpeaba.

No faltó tampoco la que adquirió tantos cuernos,

como alces hay en Canadá, o más.


Padres infieles, ex abusadores,, novios tramposos, golpeadores, 

tóxicos, machistas y egoistas. 

Todos logrando que me autopercibo como extraterrrestre 

antes que como lo mismo de su género.


Esto solo deja como resultado una lista de víctimas 

más larga que la de masacre en Texas.

No veo el amor en una víctima.

Porque quien es víctima, deposita la culpa afuera y 

jamás se responsabiliza de nada.

Paso de las víctimas, por ahí no es.