miércoles, febrero 10, 2010

No más “Encuentro del saber”: O donde Marx estuvo equivocado.

Cuando hice la monografía sobre Malvinas y los medios de comunicación. Para referirme a la pantalla que fueron los mundiales de fútbol y la guerra, usé una frase que a la profesora le encantó y me la subrayó. Un concepto, que hacía rato tenía acuñado en “El Antibuda”, mi escrito filosófico: “Marx decía que la religión es el opio de los pueblos porque no conoció el fútbol en la Argentina”. Este concepto, de neo-opio, un soma de los pueblos, se aplica hoy una vez más y ni Huxley previó ello. Parece ser que el fútbol es más importante que el resto de la cultura. Tomando como definición de cultura de Garreta, “es todo aquello que hace el hombre y en torno a sus relaciones entre si”. El fútbol es parte de nuestra cultura. Pero la para los directivos de la TV pública, el viejo y malatendido canal 7, es la única parte de ella que importa.
El programa “Encuentro del saber” nacido hace seis años, conducido por Jorge Romano, que hasta ahora salía los sábados a la mañana por Canal 7. Definido como un certamen latinoamericano de literatura en lengua española, termina su esforzada andadura abruptamente y sin buenas explicaciones.
Fundamentos de lo improcedente? Aquí están:
*Luego de traer chicos de los países limítrofes y desde el año pasado, de México. Y ser reconocido y apoyado por entidades de Uruguay, México y otros países como el único programa de su tipo, pero nunca reconocido por nuestro Estado. Nunca les dieron pauta publicitaria del Gobierno.
*Luego de tener que ser una co-producción, o sea darle ganancias al canal, pero no viceversa. Teniendo que pagarle parte de la publicidad al canal, por ser co-producción, pero no recibir un peso ni para pagar un pasaje. Autofinanciarse seis años, sin cobrar ni la producción ni el conductor un mísero centavo.
*Luego de tener que grabar durante los primeros años en otros lugares, cinematográfica Dimar, y no en el canal. También solventar los gastos de traslado, hospedaje y los premios de cada participante cada semana.
*Luego de lograr llevar adelante, completamente a pulmón y sin apoyo del gobierno u otra entidad, mucho menos del canal un programa inédito en todo el continente.
*Luego de premiar con viajes a España a cada campeón, regalar computadoras, libros y ser declarados de interés cultural por diversas personalidades como Cora Cané. De recibir numerosos premios, FUND TV y Santa Clara de Asís, sin contar las muchas menciones y reconocimientos que recibió el conductor como ser el “Cóndor de las Ámericas”.
En reconocimiento a todo esto, el premio es la expulsión más gratuita y sin explicaciones. Un maltrato inhumano para quien por seis años llevó adelante uno de los programas culturales más vistos del canal. Llevado a un horario cada vez más marginal. De los sábados a las once del mediodía, corrido a las ocho de la mañana, debido al fútbol. Esto nos lleva a deducir la tan inexistente explicación.
El fútbol es más importante para este Gobierno que la inteligencia de la juventud. Volvemos al viejo y nefasto “alpargatas si, libros no”. No olvidemos que este es un gobierno que se identifica con los creadores de esta falacia cultural, el gobierno de la Presidente Cristina Fernández. Y ya que estamos, aclaremos la tan vapuleada discusión por la ignorancia de unos cuantos equinos y algunos otros obsecuentes. Se dice Presidente, porque viene “ente que preside”, un participio sustantivo. No son solo vergonzosas las nociones de química de la Presidente, como su burlaba Jaime Baily, parece que se llevó también Lengua y literatura derecho a marzo. Así como en el 78, el fútbol vuelve a ser el mejor método de distracción de otras cuestiones del país que mejor no ver. En cambio, leer abre los ojos, eso no conviene a políticos que prefieren la idiotización de las masas. Casi dos mil años y sigue funcionando el método romano del “pan y circo”. En vez de un programa federal donde se alienta al crecimiento del capital humano donde se llama a encontrar el conocimiento. Prefieren un programa de chupamedias y obsecuentes que ni se llama, se numera. Aunque este gobierno no es un santo de mi devoción, debo reconocerle los aspectos positivos de su gestión. Pero el asistencialismo mediocre y caritativo, el canje votos-planes sociales y el mancillamiento de todo lo que sea cultura y elevación del hombre; me dan un revoltijo de estomago.
Esto no se ha acabado, los programas culturales seguirán. Encuentro del saber seguirá, sino es en la TV Pública en algún otro. Los gobiernos pasan, los presidentes desfilan, luego se van en helicóptero. La cultura queda y los embrutecidos viven sin saber porque o para que.