viernes, septiembre 22, 2006

Las reglas como los platos, se hicieron para romperse.

Hay ciertas reglas o normas con las que, conciente o inconscientemente, he vivido. Por ejemplo, no meterme con mujeres que tienen novio, una de las que he doblado. O no meterme a romper parejas, esa la rompí hace varios meses. “De los cuernos y de la muerte no se salva nadie”. Hoy, he descubierto que ciertas reglas se han transformado en dogma. Y también que los dogmas, se transforman en fantasmas que te persiguen y te traban. Así, que la mejor opción es doblar, y si es necesario romper, esas reglas que ya no sirven.
Yo, Ichinén. Soy la persona mas afortunada del universo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo pienso que las reglas son puestas por nosotros y como somos todos mortales comunes cada cual sabe lo que tiene que hacer, despues cuando se nos venga el balance de nuestras causas nos tendremos que bancar lo que nos toque vivir.Pero bue, en mi caso personal prefiero vivir el presente sin torturarme con el futuro.
¿a què viene todo esto? ¿recolgado el comentario no?
Besos. Tengo ganas de verte. Kari