Cuando más estudio más sé, cuanto más sé, más olvido, cuanto más olvido menos sé. ¿Para qué estudiar?

El año empezó intenso, viniendo de uno bastante intenso yo diría que esto no es una gran novedad. Pero a diferencia de mis reacciones ante el año anterior, me olvide de los eventos del mundo fenoménico y me dedique a lo que debo hacer todos los días. Concentrándome en mis labores y olvida las ilusiones que se manifiestan en el mundo Saha. Quizás sea demasiado críptico como estoy escribiendo, pero no es que me comí un peyote. Lo que si resulta es que debo guardar ciertos secretos, algunos que no son míos, pero no puedo dejar de hacer notar lo que me esta ocurriendo.
Había dos caminos delante de mi, aun los hay en parte, pero en vez de desesperar ante las dos posibilidades deje que todo siguiera su curso. Contrario a lo que hago siempre, que es accionar, espere a ver como se desenvolvían los acontecimientos. Y ahora, aparentemente, todo se va encajando solo. Lo que antes podía preocuparme se esta simplificando solo. Duela, pero lo están poniendo más fácil. Y sabes que me di cuenta antes que todo se fuera decantando? Y que quizás por eso se va desmadejando? Que en realidad, los dos caminos, las dos opciones y posibilidades, no tienen necesariamente que ser el futuro. Tal vez solo parte de mi futuro, pero el futuro es mío, mi futuro es solo mío. Nada, ni nadie lo debe determinar ni con su presencia ni con su ausencia.