Acababa de terminar un proceso de dura metamorfosis. Había superado ciertos traumas de mi paseo por el lado oscuro. Era como un renacer, un volver a ser como era antes de eso. El ichinén revivía en mi, era de vuelta Ichinén, no solo un concepto era una entidad. Estaba más fuerte, mas decidido, más de todo. Era mejor que antes. Y aunque no todo salía a pedir de boca y muchos no lo entendían, algunos solo desfilaron y se fueron mutis por el foro, estaba feliz. Entonces, es cuando algo como lo de Seba y Mariana sucede. Es cuando te da la sensación que todo ha ido demasiado bien y algo malo tiene necesariamente que ocurrir. Pero sabes que, me pueden chupar la que ya sabes, no pienso arrastrarme en esa lastimera opinión. Yo voy a ser feliz, hoy estoy mal por mis amigos y lo ultimo que sucede se suma. Pero, cuando algo así sucede, hay que remover el avispero. Si la vida me da la espalda, le toco el culo. O sea, si los cambios se dan, no te dejes llevar, cambiale el juego y generá cambios vos. Y yo voy seguir cambiando. He tomado una decisión que será dura y difícil de cumplir, quizás me cueste cada uno de los días de mi vida. Porque será una lucha día a día, para no incurrir de nuevo en ese error. Cuando estaba débil, antes de este cambio, volví a incurrir en ello. Esta vez, estoy fuerte, yo soy más fuerte que eso. Esta vez, no tengo razón para volver. Lo dejo. Se que Seba me hubiera cagado a pedos por no tomar esta decisión antes, él lo hubiera querido así. Después te digo que tal me va. Solo puedo concluir una cosa, que nunca terminó la metamorfosis que conté al principio, quizás cuando me vean de nuevo ni yo me reconozca.
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