Mas allá de tener pesadillas con demonios, como me había ocurrido durante los peores trances. Hubo uno que por lo corto, no es menos importante. Estaba peleando con alguien, era como un entrenamiento, en un bosque. En el sueño, yo tenía conciencia de quien era el otro, era Lucifer. El portador de la luz, el lucero de la mañana. Estábamos entrenando. Lucifer me tiraba al piso de un golpe, yo me intentaba levantar herido y me volvía a golpear.
-Basta, no puedo mas.-le decía.
-Basta? Eso le vas a decir a tu enemigo? Al que te va a matar? Sos un imbecil!-me respondía Lucifer.-No tenés que ser piadoso! Ellos no tendrán piedad de vos.-
Y me pateaba en el estomago, estando yo en el piso.
-Arriba!!!-me ordenaba Lucifer.
Al despertar me costo conciliar esta idea, pero finalmente comencé a ejecutar mi bronca por el lado de mis enemigos. Dirigir mi ira a quien la merecía. Esto me trajo algunos problemas con mis amigos. Recuerdo que Tamara me lo dijo durante una discusión. “Vos no eras así, eras un tipo alegre, alguien que no se detenía ante nada. Ahora tenés miedos que no existen, pareces odioso a veces, lleno de bronca.” Y era cierto, estaba lleno de odio y miedo. “El miedo lleva al enojo, el enojo al odio, el odio al sufrimiento. Ese es el camino al lado oscuro”. Y “El lado oscuro” es como titule el relato de lo que ocurrió hace casi dos años. Ser un tipo sensible como artista esta bien para crear pero te puede doler mucho en tratar con otra gente. Ser demasiado buena persona puede ser tu perdicion. "Ninguna buena acción quedará sin castigo."
P.S: Quiero agradecer a Lucifer por su ayuda, el me enseño a ser libre. Libre de ataduras, de dogmas. Y que el es como yo lo pienso y no como el mundo cree que es. El no es un demonio, es solo un rebelde. Así como yo.
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