Hace más de setecientos años, el maestro Nichiren se retiro al monte Minobu. A el si que le había sucedido de todo, le habían querido cortar la cabeza, lo metieron preso, lo exiliaron a una isla a morirse de frío (isla con el adecuado nombre de Sado) En el Japón medieval una persona del calibre de Nichiren Daishonin era obvio que debía pasar las mil y una. Por eso se retiro a pensar, meditar, y quizás también decidir.
Hoy, su discípulo Ichinén se retira al delta, con igual intención y por similares razones. Quizás no vaya solo, como lo hizo mi maestro, y en parte algo de eso se decidirá ese día. Necesito no solo meditar y asimilar todo lo que ha sucedido. Lo más importante es que ahora tengo que pensar, meditar y decidir que sucederá de aquí en más. No pienso dejar que las cosas ocurran y ya, es tiempo de poner a rodar la rueda. En la antigua Grecia, los filósofos decían como máxima: “Conocete a ti mismo”. Yo se quien soy. Pero como soy ahora? Es algo novedoso aun. Y como seré en el futuro? Eso es lo que me lleva a mi retiro a mi propio “monte Minobu”.
1 comentario:
Hoy busque tu consuelo, Ani, pero tus problema superan en mucho a los mios. Un amigo mío está pasando por cosas igual que nosotros. Tal vez estamos despertando a una nueva vida, en la que dejamos atrás el egoísmo antropocentrista de creer que somos lo único y más excelso que puebla la tierra. Entre tus vivencias, mis sueños, y las cosas que le están pasando a él (¿Fantasmas del proceso?¿Te suena?), sinceramente no se donde estoy parado. He comenzado a prestar atención a mis sueños. Algo me quieren advertir. Soñé de nuevo contigo y eras luz. Ah, y me saqué la quiniela gracias a otro sueño.
Me voy a parrandear así alegro a un amigo. Total, para que sirve el dinero sino para ayudar al necesitado?
La ilahh ill ALLAH uha Muhammad rassull Allah
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