Él inauguró la carrera de comunicación, siendo de la primera
camada de egresados. Hoy se encuentra del otro lado, enseñando periodismo en la
escuela de Marcelo Araujo. Hugo Biondi, estudió durante los años 80, en una cursada
que aun estaba dando sus primeros pasos cuando el gobierno de Alfonsín daba los
tropiezos finales. Él lo ve como una época muy interesante, de mucha apertura a
temas y cuestiones que hasta no hacía mucho se encontraban vedadas. Venidos de
una etapa de oscurantismo, focalizando en la cuestión mediática en este caso,
Hugo la considera como una situación de oportunidad inestimable. Un momento
histórico de la vida académica donde todo era posible, descubriendo por primera
vez autores y bibliografía que eran tabú. En ese momento que considera como de
ensueño, tuvo como profesores a Carlos Ulanovsky y Tomás Eloy Martínez entre
otros, nombres que hoy resuenan y se leen como grandes referentes.
Aun antes de terminar la carrera, estando en tercer año, encontró
un aviso en la revista “Crisis”, que informaba sobre un taller de redacción.
Este era dado por Vicente Zito Lema, quien deseaba armar un plantel de gente
joven. Seis meses más tarde, salía Fin de Siglo, una revista con Zito Lema al
frente y muchos jóvenes acompañando. Aunque la revista duró únicamente diez
números, él la considera una “flor de experiencia”. Al ser una publicación de
cultura y sociedad, se requería tener una versatilidad clave, ya que los temas
eran muy variados y distintos. Allí descubrió que lo suyo era la escritura en
medios gráficos. Un medio que permitía una forma de abordar la noticia de una
manera más analítica. “Mi estilo es reflexivo, de encontrar el lado distinto de
la situación, donde el análisis predomina por encima de todo”; explica
reflexionando y también en el ámbito de su aula como parte de la labor
pedagogica. Esta es la forma que él entiende como modo de ser y hacer de los
medios gráficos, prefiriendolo antes que a la televisión o la radio. A
diferencia de las coberturas de noticias en esos medios, en los cuales interesa
más un golpe de efecto, él prefiere ese análisis de los hechos como estudio
concienzudo de lo ocurrido. Hugo considera que el periodista gráfico tiene
otros tiempos y puede ahondar en las causas y antecedentes de una noticia,
aprovechando ese margen temporal en función de profundizarla. Por eso prefiere
escribir en diarios y más aun en revistas, que permiten más tiempo de reflexión
todavía. Por este gusto personal es que hoy en día colabora con las revistas
Caras y Caretas y Un Caño, luego de su andadura en diversos diarios.
“Esto me pasó en Página 12,
donde cubriendo una noticia de futbol, no podías solo contar como había sido un
partido, sino también relacionarlo por como esto refiere a nuestra
idiosincrasia, como se relaciona sobre como somos los argentinos”, comenta
usando como caso ejemplificador el de un jugador que simula un penal. Un dato
no menor, cuando se habla de la picardía nacional. Algo que le apasionó es ese
transitar este derrotero analítico en cada nota, diseccionando las pautas
culturales en un simple encuentro deportivo. El desafío de encarar una noticia
de esta manera, convertía una crónica deportiva en algo más cercano a un ensayo
sociológico que a un mero relato de pases y gambetas. Hoy repite a sus alumnos,
el planteo de este desafío, de ir más allá de la noticia y ver que por debajo
de la superficie. “Cuando se dice que un equipo levantó el pie del acelerador,
es por una consideración que tenemos los argentinos para con el caído. Como una
cierta lealtad para con el otro.” explica Hugo al referirse al cierre de un
partido que ya está definido como goleada. Mostrando esa característica tan
argentina de ser más leales que legales. Como caso contrapuesto, plantea la
idiosincrasia inglesa, que se circunscriben a un rígido marco de legalidad. No
entendiendo la solidaridad en los mismos términos que los argentinos.
Su paso por Página 12 dista por diez años de esa primera
experiencia en Fin de siglo, el año del mundial de Francia, evento que le tocó
cubrir. Por otra parte, ha trabajado mucho tiempo para Clarín y la revista Ñ, participó
en la fundación del diario Sur (ahora Miradas al Sur) y ha escrito varios
libros biográficos. Uno sobre Leonardo Fabio, otro sobre el pianista Miguel Ángel
Estrella y el último acerca del boxeador Sergio Víctor Palma.
Los alumnos de la escuela de periodismo deportivo, pueden ir hoy
más allá de lo anecdótico y profundizar en las causas rizomaticas de cualquier
evento. La formación de la Universidad de Buenos Aires hace jueguitos en el
aula, para un profesor que tiene puesta la camiseta de periodista.
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