No extraño tus subidas de tono
No añoro tus cuestionamientos
No extraño tus preguntas
para las que no había una respuesta lógica.
El amor hizo explosión atómica,
con la toxicidad de tu Chernobyl.
Los celos, enfrían
Las dudas, callan
Las censuras, alejan
Y así, es como no extraño lo bueno,
ya que fue sepultado por el derrame radioactivo
de miedo e inseguridad.
El control en demasía no se extraña
La obsesión inútil no se añora
Tu indiferencia no la requiero.
El amor hizo explosión atómica,
con la toxicidad de tu Chernobyl.
Lo triste de no extrañarte es que,
no tengo que esforzarme mucho.
Igual de triste, porque se asemeja
al poco esfuerzo que necesitabas
para que siguiera a tu lado.
Solo era necesario paz y serenidad.
El amor hizo explosión atómica,
con la toxicidad de tu Chernobyl.
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